Siempre que un músculo se contrae o flexiona se produce una pequeña señal eléctrica que es creada por la interacción química en el cuerpo. Una prótesis mioeléctrica utiliza esta señal para controlar los componentes mecánicos y eléctricos de la prótesis, permitiendo así un movimiento de apertura o cierre de la mano a voluntad del paciente.
La finalidad de una prótesis mioeléctrica es restaurar la funcionalidad perdida por causa de amputación o de una malformación congénita, recuperar la imagen física y la simetría corporal, reinstaurando el centro de gravedad.